Para preservar el estado de las joyas, es bueno evitar que cualquier fluido ácido (sudor) y básico (o sal, como el agua de mar) entre en contacto con las joyas. Usa un paño suave para limpiar suavemente.
Después de su uso, siempre seca bien antes de guardarlas en la bolsa de joyería proporcionada. No uses limpiadores abrasivos, vaporizadores o máquinas ultrasónicas.